sábado, 23 de enero de 2016

Otras alternativas a la Terapia Floral (Segunda Parte)


En la segunda parte de este artículo hablaremos sobre las esencias arquetipos masculinos y femeninos, las esencias de semillas y las flores de Australia, América y Hawaii, y Fórmulas Ho’oponopono.
Las Esencias Arquetipos Masculinos sirven para disolver los patrones que los hombres han cargado por siglos, en los cuales ellos se encuentran atrapados. Existen muchas “masculinidades” y cuando el modelo de ser hombre se absolutiza, se cae en un paradigma con el cual el varón se identifica y lo condena a no ser él mismo.
Las Esencias Arquetipos Femeninos trabajan con base en que los mitos de las Diosas constituyen la expresión externa de los arquetipos femeninos y dan cuenta de las diversas experiencias que una mujer vive en el transcurrir de su existencia. La Diosa mora en el corazón de cada mujer y los mitos de lo femenino son un puente para comprender como esos residuos arcaicos que llamamos arquetipos femeninos moldean la personalidad y la conducta de una mujer.
Las esencias de semillas con tienen en su genética el orden de la naturaleza, contienen dentro de sí misma todo del potencial de lo que será; la memoria genética de su especie y de su individualidad. Las esencias de semillas ayudan a recuperar las resonancias armónicas con el cosmos.
Las Flores de Australia, América y Hawaii conforman un conjunto de remedios que abarcan un amplio abanico de respuestas terapéuticas con acciones muy focales sobre aspectos tanto emocionales, físicos y espirituales. Las flores de América se centran en atender los conflictos cotidianos de las personas; Las flores de Australia ayudan a la afectividad, la comunicación, la energía, la espiritualidad y la mente; Las flores de Hawaii ayudan a mejorar la aceptación de uno mismo y su entorno.

Y por último pero no menos importantes, las fórmulas Ho’oponopono, Las fórmulas Ho´oponopono “Borrando memorias” son una herramienta que combinan la acción de esencias florales, que permiten trabajar directamente sobre distintos aspectos de memorias dolorosas, acumuladas en la mente inconsciente, que provienen de nuestros ancestros, vidas pasadas, primeros años de vida…

domingo, 17 de enero de 2016

Otras alternativas a la Terapia Floral (Primera parte)


Los treinta y ocho remedios florales descubiertos por el Dr. Edward Bach son el instrumento que brinda la naturaleza para ayudar al hombre, tanto en su dolor como en la búsqueda de la verdad. Sin embargo, existen otras alternativas a la Terapia Floral que refuerzan los efectos de  ésta, o los complementan.
Por ejemplo, los Elíxires de Gemas BE. Las gemas son las flores del reino mineral,  los cuales poseen cualidades curativas y mecanismos que actúan de forma muy particular y enfocada y son un complemento efectivo a los remedios florales. Otro ejemplo son los Elíxires de Metales BE: Así como el planeta tierra está compuesto de diversos metales los cuales tienen una función específica en el ecosistema, de la misma forma el cuerpo humano contiene diversos metales o minerales. La energía de cada órgano está estrechamente ligada a un metal, de tal forma que los Elíxires de Metales BE actúan en el mejor funcionamiento de dicho órgano.
Otro ejemplo son las Esencias Homeofónicas. El sonido produce vibraciones que afectan al cuerpo físico y al cuerpo sutil, el cual incide de manera “penetrativa” en él. El sonido tiene la propiedad de producir resonancia, obligando a la materia que lo recibe a vibrar armónicamente a su misma frecuencia. Administrado terapéuticamente, las Esencias Homeofónicas ayudan a restablecer por resonancia el patrón de vibraciones adecuado en un cuerpo con vibraciones alteradas.
Y para terminar este artículo, las Sales de Schüssler, que son elementos nutritivos para las células, ayudándolas a mejorar sus funciones fisiológicas. Estas sales ayudan al equilibrio bioquímico del organismo humano. Cuando una persona no puede asimilar o asimila demasiado ciertas sales que ingiere en su alimentación, las Sales de Schüssler administradas terapéuticamente contribuyen a ese equilibrio bioquímico que por sí solo el organismo humano no puede alcanzar.

En la segunda parte de este artículo hablaremos sobre las esencias arquetipos masculinos y femeninos, las esencias de semillas y las flores de Australia, América y Hawaii, y Fórmulas Ho’oponopono que son otros remedios que complementan la acción de las Terapias Florales o Terapias con Flores de Bach.

lunes, 11 de enero de 2016

Remedios Florales, una Alternativa para Tratamientos Psicoterapéuticos


Dijo Tennyson que si pudiéramos comprender una sola flor sabríamos quiénes somos y qué es el mundo” (Borges).
Los treinta y ocho remedios florales descubiertos por el Dr. Edward Bach son el instrumento que brinda la naturaleza para ayudar al hombre, tanto en su dolor como en la búsqueda de la verdad. Al respecto Nietzsche afirma que “la búsqueda de la verdad es todavía la forma de rebelión más grande y más sensata” de que el hombre dispone, y estas palabras parecieran resonar y estar presentes en los textos del creador de la Terapia Floral. En esta dirección es que queremos sostener la idea de que las esencias florales son herramientas cuya finalidad última consiste en procurar al ser humano un grado de creciente de libertad. Estos remedios – que se vinculan a treinta y ocho estados emocionales arquetípicos – actúan, según su creador, “elevando nuestras vibraciones y abriendo nuestros canales para la recepción del Ser Superior; para inundar nuestra naturaleza con la virtud particular que necesitamos y borrar nuestros defectos que causan dolor”.
Se trata de remedios energéticos naturales y eficaces. Inocuos en el sentido de que no causan daño, pero cuya toma produce la movilización del mundo emocional, la captación de información externa e interna que se desconocía, la aparición de sentimientos hasta ese momento sofocados, vivencias y percepciones nuevas, etc.
De modo tal que convocar una emoción por medio de las flores es una experiencia que debe hacerse en el marco de una contención adecuada. Al respecto es bueno tener presente que existen dos niveles diferenciados en la terapéutica creada por el Dr. Bach. El primero, es el que se corresponde a la administración de los preparados florales de acuerdo con el estado emocional/mental prevalente en el paciente. El segundo, se refiere al trabajo de conocimiento de las causas reales de la enfermedad y del aprendizaje de la lección que el sufrimiento nos enseña en el proceso de evolución hacia la perfección y la armonía.
En ambos casos, pretender ser uno el propio terapeuta no es aconsejable. Es muy difícil ser juez y parte, y aunque el sistema Bach es un sistema sencillo y claro, las emociones del hombre conforman un mundo complejo y de gamas muy variadas que necesita la comprensión de alguien formado en este terreno. La interpretación de los síntomas, la precisión en el diagnóstico correcto requiere del arte de un especialista preparado y capacitado para indagar en los repliegues del alma humana.
Por otra parte, si el objetivo de la terapia floral es ayudar al enfermo para que pueda conocer y entender el sentido de sus síntomas como señales de una causa conflictiva profunda, la conciencia que acompaña la enfermedad difícilmente pueda ver con claridad aquellos caminos que conduzcan al paciente hacia la cura verdadera, ya que los síntomas son “creencias equivocadas” sobre nuestra realidad.

Este artículo fue tomado originalmente del libro “El Legado Del Dr. Edward Bach, Antecedentes, contexto y significado de su descubrimiento terapéutico”, Autor: Eduardo Horacio Grecco, Ediciones Continente, Buenos Aires, Argentina, 1ª Edición 2004, Pág. 78-79.

lunes, 4 de enero de 2016

Las Terapéuticas Posibles para Tratar el Trastorno Bipolar


El paciente bipolar bien podría hacer suyos estos versos de Miguel Hernández: “Cuanto más me contemplo más me aflijo” y plantearme – como lector – la misma pregunta angustiada con la que continúa este poema: “… Cortar es dolor, ¿pero con qué tijeras?”.

Pues bien, en ese caso, le respondería que existen muchos caminos terapéuticos posibles y complementarios que buscan el alivio y la cura de la bipolaridad. En las tres últimas décadas ha crecido el número de alternativas clínicas que procuran dar respuesta a la preocupación profesional por encontrar instrumentos cada día más prácticos y eficaces de tratamiento. Pero lo importante no es cada una de esas técnicas en sí mismas, sino el modo de comprender a la persona bipolar y su mundo.

La situación de existir es, para el hombre, existir encarnado. Y si bien el cuerpo representa un límite o facticidad, es al mismo tiempo el pivote de la existencia. Del mismo modo que existir es ser cuerpo, existir también es coexistir. Y en estos dos terrenos esenciales de la vida, el cuerpo y las relaciones, el bipolar se encuentra mal parado. Vale la pena insistir en el hecho de que las emociones se sienten en el cuerpo y se descubren y aprenden en vínculos, de manera que hay toda una línea de mutua interdependencia entre cuerpo-relaciones-emociones. Y cuando las emociones son lo que son en el bipolar uno entiende por las cosas que transita en el resto de su vida.

Los puntos esenciales de partida que deberían ser tomados en cuenta para el tratamiento de una persona bipolar son, por lo menos, los siguientes:

      Al bipolar le falta un eje referencial interior: Hay que ayudarlo a que lo construya.
      Cuando al bipolar se le pide que no oscile, entra en confusión y se le hace más inestable.
      La bipolaridad exagerada está en el lugar de talentos no desarrollados.
      La bipolaridad exagerada está en el lugar de la falta de proyecto.
      La bipolaridad expresa una relación de amor tormentosa.
      La bipolaridad está inscripta en el cuerpo tanto como en el alma.

Cualquiera de las herramientas que vamos a mencionar a continuación deberían tener en cuenta estas indicaciones fundamentales.

Nuestro interés es solo hacer una breve mención de cada una de ellas, ya que se trata de técnicas que requieren para su buen uso la prescripción de un especialista. Basta estar enterado de que existen y luego recurrir, dada la situación, a quien corresponda, o en caso de estar bajo tratamiento reclamar por aquellas que nos parezcan necesarias de incorporar al plan de recuperación.

La vía psicofarmacológicaLa vía psicoterapéutica
      La vía de la alimentación terapéutica
      La vía de las medicinas naturales farmacológicas
      La vía de la acupuntura o la digitopuntura
      La vía de las medicinas naturales no farmacéuticas
      La vía de la calidad de vida
      La vía de la autoayuda


Este artículo fue tomado originalmente del libro “La Bipolaridad como Don”, Autor: Eduardo Horacio Grecco, Ediciones Continente, Buenos Aires, Argentina, 7ª Edición 2011, Págs. 95-96.