lunes, 4 de enero de 2016

Las Terapéuticas Posibles para Tratar el Trastorno Bipolar


El paciente bipolar bien podría hacer suyos estos versos de Miguel Hernández: “Cuanto más me contemplo más me aflijo” y plantearme – como lector – la misma pregunta angustiada con la que continúa este poema: “… Cortar es dolor, ¿pero con qué tijeras?”.

Pues bien, en ese caso, le respondería que existen muchos caminos terapéuticos posibles y complementarios que buscan el alivio y la cura de la bipolaridad. En las tres últimas décadas ha crecido el número de alternativas clínicas que procuran dar respuesta a la preocupación profesional por encontrar instrumentos cada día más prácticos y eficaces de tratamiento. Pero lo importante no es cada una de esas técnicas en sí mismas, sino el modo de comprender a la persona bipolar y su mundo.

La situación de existir es, para el hombre, existir encarnado. Y si bien el cuerpo representa un límite o facticidad, es al mismo tiempo el pivote de la existencia. Del mismo modo que existir es ser cuerpo, existir también es coexistir. Y en estos dos terrenos esenciales de la vida, el cuerpo y las relaciones, el bipolar se encuentra mal parado. Vale la pena insistir en el hecho de que las emociones se sienten en el cuerpo y se descubren y aprenden en vínculos, de manera que hay toda una línea de mutua interdependencia entre cuerpo-relaciones-emociones. Y cuando las emociones son lo que son en el bipolar uno entiende por las cosas que transita en el resto de su vida.

Los puntos esenciales de partida que deberían ser tomados en cuenta para el tratamiento de una persona bipolar son, por lo menos, los siguientes:

      Al bipolar le falta un eje referencial interior: Hay que ayudarlo a que lo construya.
      Cuando al bipolar se le pide que no oscile, entra en confusión y se le hace más inestable.
      La bipolaridad exagerada está en el lugar de talentos no desarrollados.
      La bipolaridad exagerada está en el lugar de la falta de proyecto.
      La bipolaridad expresa una relación de amor tormentosa.
      La bipolaridad está inscripta en el cuerpo tanto como en el alma.

Cualquiera de las herramientas que vamos a mencionar a continuación deberían tener en cuenta estas indicaciones fundamentales.

Nuestro interés es solo hacer una breve mención de cada una de ellas, ya que se trata de técnicas que requieren para su buen uso la prescripción de un especialista. Basta estar enterado de que existen y luego recurrir, dada la situación, a quien corresponda, o en caso de estar bajo tratamiento reclamar por aquellas que nos parezcan necesarias de incorporar al plan de recuperación.

La vía psicofarmacológicaLa vía psicoterapéutica
      La vía de la alimentación terapéutica
      La vía de las medicinas naturales farmacológicas
      La vía de la acupuntura o la digitopuntura
      La vía de las medicinas naturales no farmacéuticas
      La vía de la calidad de vida
      La vía de la autoayuda


Este artículo fue tomado originalmente del libro “La Bipolaridad como Don”, Autor: Eduardo Horacio Grecco, Ediciones Continente, Buenos Aires, Argentina, 7ª Edición 2011, Págs. 95-96.

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